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Hablando de Derechos Humanos

Del derecho a la vida y una sociedad enardecida

Hola estimada y estimado lector, en estas líneas me gustaría reflexionar acerca del derecho humano a la vida, de acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos; todo ser humano tiene derecho a la vida, a la seguridad y a la libertad; a propósito de este derecho abordaré un caso de entre muchos que ocurren en nuestro país: el de la desaparición de menores de entre 0 a 17 años; una nota de el periódico La Jornada del 17 de septiembre del 2023 refirió que aproximadamente hasta esa fecha se habían reportado 61 mil 812 casos de desapariciones, 61 mil de ellos eran mujeres.

En este sentido, el caso particular de Camila Gómez es sobre el que reflexionaremos hoy, por tres razones importantes, primero la forma en que fue privada de su libertad (de su derecho humano a la vida), en segundo lugar, de cómo fue tratado el caso por las autoridades y en tercer lugar la forma en que los habitantes de Taxco, Guerrero, hicieron “justicia por su propia mano».

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Foto: Vaclav Visuals

Ahora bien, los hechos ocurrieron más o menos así; de acuerdo con los reportes oficiales que se dieron, Camila sale de su casa el día 27 de marzo de 2024 aproximadamente a la 1:00 pm, por que la vecina la invitó a jugar en su piscina inflable, de aquí surge una interrogante: ¿la vecina tenía hijas pequeñas, de la edad de Camila?, una hora después las cámaras de seguridad registran a la vecina de nombre Ana Rosa acompañada de su pareja salir de su casa con una bolsa, con el cuerpo de la menor y se van en un taxi. A las 4:00 pm la mamá de Camila va al domicilio de Ana Rosa a buscar a su hija y le dicen que no está, que no llegó, 30 minutos después la mamá de Camila va con las autoridades y presenta la denuncia por desaparición.

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Foto: Pixabay

A las 7:00 pm la familia de Camila revisa los videos de seguridad donde se puede ver como la niña sí llegó a casa de la vecina y llevan los videos como evidencia ante la autoridad. en ese momento ante esta instancia, Ana Rosa y sus familiares, su pareja José Ricardo, uno de sus hijos Axel de 21 años y el otro un menor de edad, ya estaban detectados como presuntos secuestradores y feminicidas,  segunda pregunta ¿Por qué las autoridades no detuvieron en ese momento a Ana Rosa?

Al siguiente día por la mañana la Fiscalía reporta que encontró el cuerpo de Camila a la orilla de la carretera, o sea, la dejaron a la orilla de la carretera como si de un objeto sin valor se tratara.

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Foto de Kat Wilcox.

A las 11:30 los vecinos y familiares acuden al domicilio de Ana Rosa para que no escape, junto con sus hijos, José Ricardo ya estaba bajo custodia, aproximadamente a medio día, los vecinos verdaderamente enfurecidos; como se puede apreciar en los videos que circulan por internet, sacan de su domicilio a Ana Rosa y a sus hijos, cabe señalar que había doce policías tratando de rescatar a los secuestradores, pero este colectivo de personas enojadas, hartas de la inseguridad, desbordantes de furia, dolientes por la acción aberrante que Ana Rosa y su pareja hicieron en contra de Camila logran sacarlos, los golpean con toda frustración y enojo, su intención era quemarlos; la policía logra “rescatarlos”, Ana Rosa muere por las heridas durante el traslado hacia el hospital, mientras sus hijos, después de ser dados de alta médica, el de 21 años es vinculado a proceso, mientras que el menor es llevado a un albergue de menores infractores.

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Foto de Kindel Media
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Foto: Vaclav Visuals

Y he aquí la tercera pregunta ¿los vecinos actuaron de acuerdo con la situación?, y es que en este punto hay mucha controversia, por un lado una parte de la sociedad dice sí, “qué bueno que actuaron así”, por el otro lado hay quienes dicen que no, que no era la forma de actuar.  

Pues bien, la reflexión a la que pretendo llegar es la siguiente estimada y estimado lector, Camila tenía 8 años, y como mencioné al comienzo no es un caso aislado, en nuestro país ocurren a diario, y desgraciadamente en su mayoría es a mujeres, a Camila se le vulneraron varios derechos humanos, uno de ellos el derecho a la vida; a la libertad y a la seguridad, una pequeña inocente de maldad perdió la vida por asfixia, de acuerdo con los reportes de la Fiscalía, es decir ¿Qué ha pasado con la humanidad para cometer este tipo de acciones? y perdón que sea reiterativa, pero no es el primer caso que pasa en México.

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Foto de RDNE Stock project

En este contexto, en primer lugar, el “Secretario de Seguridad”, dijo que fue culpa de la mamá porque la dejó acudir sola y sin supervisión, o sea, responsabilizó a la mamá por “omisión de cuidados”, sí, estimada y estimado lector, así fue, dio un argumento patriarcal en pleno siglo XXI, yo no sé ustedes, pero desde mi punto de vista este personaje no tiene idea de lo que implica ser Secretario de Seguridad.

En segundo lugar, quien dio la evidencia de que Camila efectivamente había llegado a casa de Ana Rosa fueron los familiares, no las autoridades, y en cuanto al tiempo que tardaron en tomar cartas en el asunto, solo muestra que nuestro sistema de “seguridad” cursa por un estado de ineficiencia total.

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Foto de Viridiana Rivera

Y respecto a cómo la sociedad tomó “justicia por su propia mano”, si recordamos el texto anterior al presente, mencioné que los derechos humanos tienen un principio de igualdad, en este sentido, estamos hablando de derechos “humanos”, Alma Rosa también fue privada de su vida, pero, desde el principio de igualdad que refiere que los derechos humanos aplican a toda persona por el simple hecho de ser humano, pongo en tela de juicio la siguiente reflexión, ¿somos seres humanos por que biológicamente nacimos así?, o ¿somos seres humanos por que tenemos humanidad?, mi particular opinión en este caso es que Alma Rosa y compañía carecían de humanidad, y que si bien fue un acto barbárico, no soy quién para juzgar el actuar de una sociedad enardecida, donde la inseguridad, la violencia, y actos aberrantes como el caso de Camila ocurren a menudo, quizá esta forma de justicia, que si bien no es idónea, sea una forma de protesta, de decir ya basta de actuar para que el Estado y el sistema de seguridad atienda estos casos de manera eficaz y eficiente. Y sí, es un pensamiento utópico esperar que en algún momento dejen de ocurrir estos actos debido a que el panorama que se nos muestra es el de una sociedad dañada, carente de humanidad y sensibilidad.

Para concluir estas líneas, dejaré una última pregunta para reflexionar, ¿Qué está provocando que cierto grupo de personas, carentes de humanidad, lleven a cabo actos de este tipo, secuestros que terminan en feminicidios? ¿Qué está dañando tanto a la humanidad?, por ahora me despido estimada y estimado lector, y agradezco a quienes se toman unos minutos de su vida para leerme y reflexionar un poco sobre estos temas.

Gracias.

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